El río Dulce atraviesa diagonalmente la provincia de Santiago del Estero y desemboca en la laguna Mar Chiquita, en la provincia de Córdoba.

La zona de pesca se encuentra cerca de la ciudad de Telares.
El lecho arenoso del río hace que sus aguas sean claras. Aunque su corriente no es rápida, ofrece correderas, pozones y estructuras naturales ideales donde el dorado acecha a sus presas.

La pesca se realiza desde balsas o catarafts a la deriva, aunque el río también permite vadear en varios sectores, lo cual ofrece una experiencia única y diferente.

El río Dulce puede regalar jornadas inolvidables, con mucha acción y capturas, aunque a veces exige paciencia y tenacidad.

El dorado obliga al pescador a estar concentrado en todo momento: en cuestión de segundos, un destello dorado puede atacar el señuelo, sorprendernos y dejarnos sin oportunidad de clavar... o peor aún, escapar con nuestra mosca y nuestro líder.

La pesca del dorado en este río requiere lances precisos desde la balsa hacia los palos o barrancas, dejando derivar el señuelo pegado a la estructura natural del cauce, para luego volver a lanzar.

Sin duda, flotar este río ofrece muchas ventajas: permite cubrir más kilómetros, explorar sectores menos presionados y de difícil acceso a pie.

La balsa facilita el acceso a los mejores puntos del río sin esfuerzo.